“Hice de todo
para bajar esos kilos de mas y nada
me da resultado.” “ Ya intente todo
para mantener una relación de pareja y no logro nada” . Continuamente
escuchamos estas frases derrotistas que nos llevan a pensar que muchas cosas no
dependen de nosotros mismos y no podemos hacer nada para controlarlo.
En estos casos nos solemos entregar porque sentimos que todo esta fuera de nuestro control y no hay nada que podamos hacer para cambiarlo. Arrastramos esta pesada carga todos los días
creyendo que no hay nada que hacer
para modificarlo y hasta nos convencemos, sin reconocer la molestia que nos
genera, que nos adaptamos a vivir con eso que no nos gusta. De esta forma aceptamos
y nos resignamos a que todo siga igual en detrimento de nuestra sensación de auto control y por ende
de nuestra autoestima.
En estas situaciones de aceptación no registramos que
estamos realizando muchos mas esfuerzos para adaptarnos a vivir con eso que nos
molesta y nos disgusta que la energía que deberíamos utilizar para modificarlo.
Las trampas de la zona de confort nos
retienen y no nos dejan avanzar. Cuando analizamos esto, nos damos cuenta de lo
obvio del concepto, sin embargo, esto que parece tan sencillo es muchas veces
difícil de descubrir.
Cuanto mas conscientes seamos de lo que nos disgusta mas
posibilidades de liberarnos tendremos. Ser conscientes implica conocernos mas a
nosotros mismos y en particular reconocer cuando y como las emociones o deseos
distorsionan nuestra propia realidad. Tener conciencia es conocer lo que esta
sucediendo a nuestro alrededor y lo que estamos sintiendo o experimentando.
Para elevar nuestro grado de consciencia es importante
analizar las situaciones desde otra perspectiva favoreciendo un mayor grado de
honestidad con nosotros mismos. En estos casos puede resultar útil esta guía de
preguntas:
¿Realmente lo quiero modificar y estoy comprometido a
hacerlo?
¿Con que emociones me identifico cuando pienso en lograrlo?
¿ Cuantas excusas me digo para quedarme donde estoy?
¿A que me refiero cuando digo que hice todo para modificarlo?
¿ Existen alternativas que no contemple?
¿Nada me mostro
un resultado positivo o mi motivación me hizo abandonar antes de alcanzar mi
meta?
¿Cuándo digo que hice todo,
esa generalización se refiere a lo que pensé o la que realmente hice?
¿Supe pedir ayuda? Y si lo hice ¿realmente esa era la
persona indicada o la que me quedaba mas cómoda dado mi grado de compromiso?
Una vez que seamos
honestos con nosotros mismos para responder estas preguntas, podemos elevar
nuestra conciencia y responsablemente diseñar un plan de acción para modificar
eso que nos disgusta utilizando como guía las siguientes pautas
- · Fecha de logro de mi meta
- · Evaluación de las alternativas a tener en cuenta
- · Elección de la alternativa que se adapta a mi realidad
- · Pasos a seguir: objetivos medios y a largo plazo
En la medida que elevemos nuestro registro de lo que hacemos
podemos mejorar la calidad de nuestras acciones y sus resultados. Solo seremos capaces de controlar aquello
de lo que somos consciente pero aquello de lo que no somos conscientes nos controlara
a nosotros. Asumir nuestra
responsabilidad es crucial para tener
éxito en nuestras acciones. Cuando aceptamos, elegimos y asumimos la
responsabilidad de nuestros pensamientos y acciones, el grado de compromiso con
ellos aumenta y del mismo modo nuestro
desempeño y por ende nuestra autoestima.
No hay comentarios:
Publicar un comentario